martes, 3 de abril de 2012

tuve miedo de encontrarme...

de las manos de un amigo doy luz verde a estos versos...
Y cómo negarle este espacio a su palabra, a sus adentros, a ese "algo que contar", a ese "tanto que decir"...

De Fran a vosotros... espero, espera que os guste.
Os da las gracias y manda versos y abrazos a todos los lectores ;)

(...)

tuve miedo de encontrarme con tu acorde en mi azotea
me perdí entre tantas letras que no se ni lo que escribo
disfrazado de bohemio y entre noches de locura
no me quites la careta que me lleno de amargura

me robaste tantas noches que ahora he perdido la cuenta

cuanto tiempo de recuerdos al compas de tu guitarra
si te vas yo te acompaño, vamonos ya de esta barra
una copa entre las manos, con el hielo derretido
porque siente que en tu alma una llama se ha encendido

cantame al oido lo que escribes cuando duermes,
esas letras que te guardas, esas letras sin sentido...

sin permiso y sin razón soy flamenco incomprendido
otra copa por favor y no me hables de amor
que lo tengo en el olvido

dale vida al corazón, que está pidiendo perdón
y cantando está conmigo...

tuve miedo de encontrarme a solas con el pensamiento,
sólo canto lo que escribo, sólo escribo lo que siento...

me robaste tantas noches que ahora he perdido la cuenta,
no me des mas de tu copa, mi consciencia está tranquila,
aunque a veces se lamenta...

no mas horas sin descanso, un favor te pediría,
no me quites la careta y dejame vivir de noche,
no quiero la luz del dia...

Fran Viniegra

martes, 13 de marzo de 2012

slow dancing in a burning room...

"we're going down... and you can see it too.
we're going down... and you know that we're doomed,
my dear, we're slow dancing in a burning room"
(John Mayer)

(...)

de aquella noche me quedé con sus ojos.
Acuchillados en los míos no vencí a la tregua de dejar de mirarla.
Todo pasó de repente y no pude escapar de aquel canto de sirena...
un segundo después ya no quise hacerlo.

(...)

Hasta "la nada" quedó sin fuerzas por mirarnos amarrados, con la furia en los talones y el fundir de mil abrazos. Después tan solo quedaron silencios y un par de almas despeinadas palpitando a mil por hora.

No dejé siquiera que el universo se acercase a medio palmo del abismo de sus labios y por un instante tuve celos hasta del aire que rozaba lento por el cielo de su boca.

(...)

¿sabes? recuerdo haber escrito alguna letra a tus espaldas o morir por ti como el que invita a una ronda de algún whisky barato en un garito cualquiera.

Sé que pocos podrán contarlo así y otros muchos no lo entiendan... mala suerte...

No les hablo de amor, no es eso... ni el propio Amor comprendería de todo aquello... Yo mismo le vi postrado de rodillas a un costado de mi cama. Vencido ante aquel huracán de emociones, agazapado bajo la tormenta de caricias que mojaba su cara... y llorando las injusticias que tanto daño hicieron en su nombre... el desgaste, el desastre, los "tequieros" inventados, las mentiras arriesgadas, la rutina en las retinas de unos ojos bronceados de un color azul de Luna, el frío de los últimos besos, la soledad en las líneas vacías de un diario abandonado en el cajón de la mesilla... y ese maldito desierto que a todos nos arrasó alguna vez, pasando sin avisar a medio camino entre un "hasta que la muerte nos separe..." y la propia muerte en los sentidos.

No... no me refiero al amor, todo aquello fue distinto... dejamos la habitación en llamas y el invierno nos perdió de vista mucho antes de encontrarnos. Conté las batallas ganadas esa noche, ganó nuestra guerra de besos y fuiste tú, sin duda alguna, el mejor de los errores que jamás he cometido...

(...)

Quizás esté loco y quizás me condene por ello, quien sabe... pero saltan las alarmas, así que cierro mis puertas y renuncio a todo ese paraiso... éste es mi adios, éste es mi olvido...

¿que por qué lo hago?

caemos... y tú también lo ves.
caemos... y sabes que estamos condenados...
mi amor, bailamos lento en una habitación en llamas.

carlosuarez._ a martes 13 de marzo de 2012

domingo, 25 de septiembre de 2011

marionetas de papel

"Os dejo esta vez, no un relato, sino un tema que hice a raiz de una poesía parida de un padre a su hija... El padre Francisco Bermejo, gran poeta y gran amigo Cacereño. Y su niña, Andrea... 
Intenté darle la sensibilidad que se merece, de todas formas es solo un boceto, pronto estará a piano y voz que creo le dará mas dulzura aun a la canción. 

Espero les guste. 
Saludos y mil gracias por escuchar de vez en cuando. ;)"





marionetas de papel

niña guapa, niña de ojos que se pierden sin saber donde han estado
niña déjame vestirte con los versos que robé al amor cuando andaba jugando en tu tejado
y déjame apartarte de los miedos de esas noches en que asoma a verte el monstruo del armario
tú duérmete que yo me quedo a que despiertes, corazón,
centinela de tus sueños, siempre a orillas de tu cuarto...

la mitad de mis verdades son canciones que atropellas con tu nombre
la otra parte solo es alma despeinada a merced de lo que diga tu carita de reproche
yo te regalo risas, tú ensanchas mi horizonte
si me guardo algún 'te quiero' que te sobre...


porque esta vez me quedaré a contarte soles al atardecer
me colgaré del borde del mar de tus antojos
y haré mi cielo del marrón que va en tus ojos

viajo con lo puesto, llevo el alma de equipaje
cruzo tu mirada con canciones de abordaje
y marionetas de papel


niña vivo prisionero en la inocencia de la curva tus labios...

      letra y música: carlosuarez

martes, 16 de agosto de 2011

querido diario...

A su mano menuda no le quedaron ya mas fuerzas pa' amarrarse al universo. Miró atrás por vez primera, por si hubiese amaneceres que prestasen a su paso, pero la noche se le hizo eterna y el olvido se olvidó esperarla en el portal de sus abrazos.

No supe verla por dentro y no entendí de su lenguaje a veces... Tras las rejas unos ojos que se empañan. Y en Babel toda una vida que la hiere en el vaivén de su escapada.

Quizás pude hacer algo, quizás lo haga de nuevo, o quizás no supe buscar bien los alivios esparcidos al capricho de su boca. Yo solo quise verla aún mas allá de todo aquello. Allá donde la brisa le es caricia y prende besos en su talle. Allá donde no le rocen siquiera los despojos de su abismo y de su "nada". Allá donde quedaron despistados sus encantos, naufragó su desacierto y salpicaron con su risa mil verdades en su cara.

(...)

Pero nunca bajé de este barco... no mientras un mísero halo de vida quede en mí bajo la piel de su esperanza. Llevo conmigo el poniente y el levante a los costados y sigo acechando su norte a pesar de los jirones de lamento y la estocada.

No tuve miedo al destino. Ya me enfrenté al mismo invierno y lo haré a un ejército entero de demonios si hace falta. Por eso, no tengas miedo tú vida mía, que después de las tormentas siempre vuelven a dibujarse las laderas de tu calma.

Ya ves, de mi corazón forjé tu sino y lo he virado a mi horizonte. Puse mi alma en tu bolsillo y mil canciones a tu nombre... Que no te engañen los sentidos, te dejé la puerta abierta y mar abierto a cada puerto de verdad en mis renglones.

viernes, 12 de agosto de 2011

silbidos... (a Ramón Gómez)

¿Sabes? No ando lejos...
Es difícil de explicarte pero... tan solo me hice parte en lo invisible.
Y ahora... ahora soy del tiempo cual espacio siempre eterno en sus raices.

¿Sabes que aquí puedo dibujar horizontes?
Pinto azar con acuarelas, vierto azules en el aire y entonces...
entonces miro alrededor y de instante aparece tu nombre, siempre aparece tu nombre...

(silencio)

Ya no importa tanto, la verdad no tuve miedo, y tú...
no me gustó nunca la tristeza, ya lo sabes.
y a tí se te escapó la risa en el descuido de encontrarme.

No temas, vi tu abrazo de regreso y ya ves...
no hay tormentas que me puedan, ni oleajes que me paren,
sigo siendo puerto viejo a mar abierto en tus verdades.

(...)

Mil esperas no bastaron por cada vuelta a casa.
Tras el portazo... silbidos y después...
siempre una sonrisa se adivinaba en mi cara.

Todavía sonrío cuando te escucho de lejos...

Fuiste mis pies y mis manos, mi voz y mi calma... gracias!
quizás no pude decírtelo de otra manera, aunque quizás jamás hizo falta.

Supiste dibujarte en cada línea de mi mano y yo guardé todo de ti en mi equipaje.

No hay adios si no hubo ida, ahora que vine pa' quedarme.


"jamás vi un cariño tan especiál entre un abuelo y su nieta... para ella fue más aun que un padre. Amor en mayúsculas diría yo. Fueron los días mas duros de su vida y éste fue mi intento por aliviar su invierno mas frío..."

A ti cariño. Por una vida llena de sonrisas. No desesperes, las vi a lo lejos, ya vienen de vuelta a tu boca...

miércoles, 28 de julio de 2010

del desván al cielo...

de corazón incansable, de palabras soñadoras,
del decir que siempre dice en la verdad que se extrapola.
de momentos nunca iguales, del volver a los latidos
de esperar que desesperen sin motivo mis sentidos




Nunca es fácil, la verdad... se trata solamente de canciones y nunca es fácil. Solo música. Un puñado de acordes y algún que otro verso despeinado pero... ¿cuánto cabe en las canciones? ¿de veras hay tanto en tan solo cuatro minutos?

Se trata de sentir, de ver el miedo a ras de suelo y caminar. De trazar desvelos en las noches de lunas frías. De una hoguera arropada al viento y mecida por la voz de una guitarra. Se trata de sonrisas. Se trata de reojos. Se trata de palabras, libertades sin cuidados, sin candados ni cerrojos.

Sois unos inconscientes... los seis. No sabeis cuánto y de que manera llegais a cada parte de uno mismo y sin embargo os subis a lo mas alto como si nada. Os veo en las alturas y me da vertigo. Se os ve libres, canallas y por supuesto, reyes.

Como la cuarta cuerda de mi guitarra, envejecida antes que ninguna al tacto y caricia de cada dedo que la roza, a sabiendas que su tiempo es ínfimo, que se apaga a pulso acelerado, a cada acorde tocado... Así me siento yo al subir cada vez al desván... Por eso vuelo, porque el tiempo se hace nada en cada nota. Por eso canto, dejando a gachas la tristeza y atrás los malos sueños y no, no me importan ni los miedos ni las formas, yo solo canto. Como la cuarta cuerda de mi guitarra, sintiendo cada parte, queriendo que el instante se haga eterno por los mares de su boca.

Gracias... por tantos y tantos buenos momentos... en la calle, en los escenarios y por supuesto, en mí mismo. Sois para mi las alturas.

para "el desván del duende" att. jose carlos c. s.

miércoles, 10 de marzo de 2010

a mano derecha, según se va al cielo...

"lo peor de haber tenido es cuando pierdes
y el después que se repite en este hastío
lo que queda del ayer son las caricias,
los "te quiero", las promesas y este frío."

(a mi madre que está en los cielos...)

Alguien dijo alguna vez que una canción no puede parar un tanque, pero puede partirle el alma al guerrero que lo conduce.

Y como yo prendo mi alma en las canciones y en ellas busco horizontes, cielos y mares, quiero pensar que tu ida fue distinta, que desde tu espacio, desde tu sitio escuchas mis sentidos. Que aunque no pueda verte siga teniendo esa parte de tu alma que siempre he tenido, el trocito que me guíe en esta lucha que es la vida.

Porque pienso seguir teniéndote y te tengo en cada duda, en cada acierto, en cada paso y en cada aliento.

Buscaré las melodías en mis recuerdos, los tuyos y esparciré mis letras por donde quiera que te encuentre.

Créeme, quise parar el tiempo en un descuido, pero miró a otro lado. Parece que él no hace escuchas y no entiende de eso a lo que los mortales llamamos... "emociones".

Desde mi mundo, allá donde estes, un millón de besos y un sinfin de te quieros.

domingo, 6 de diciembre de 2009

de nuevo en las alturas...

Trastocando un poco en este abismo, intento empezar de nuevo, subir de nuevo a las alturas, dejando atrás todo aquello que he perdido, como el que olvida un trozo de su alma en un rincón oscuro y vacío. Sin mas sino que el presente y por si presta, el invierno en un bolsillo.

No es la prisa, ni es el frío, son las ganas de olvidarte sin la espera en este olvido. Duermevelas de una noche, de rencores y reproches, del silencio sin sentido en tu errado paraiso.

Lo sé, no supe darte el cielo, pero yo al menos escuchaba tus latidos y a ti ni siquiera te importaron los míos. Por eso yo fui todo en cada parte y tú solo vaiven en mis sentidos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

mirando a otro lado...


que me perdonen mis sentidos
pero hoy solo quise desaparecer un rato...

o al menos no estar presente lo que dura el eterno de un segundo...

evadirme del mismo vientre del tiempo
donde el mundo mece su prisa a veces para romper, tan fácil, la calma...

que me perdonen mis sentidos
pero hoy no quise tan siquiera el instante de un segundo a su lado...

lunes, 27 de abril de 2009

entre líneas...


Por los besos que perdimos... [aquellos que]
Escondidos, sin remedio, en el destierro de la nada
Quieren hoy ser parte de esta historia reinventada.
Un solo camino que me ofreces con palabras
Estrechado a veces por la furia de tu rabia.

y cómo parar el tiempo, si aun roto el reloj,
él sigue su curso como si el mundo no importara.